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jueves, 31 de mayo de 2012

Bullying y redes sociales

Ensayo sobre un fenómeno que supera las barreras del establecimiento 

Introducción:

1.1 De James Rodemyer y un futuro incierto
“James Rodemeyer, de 14 años, se cansó de soportar las burlas de sus compañeros por su condición homosexual y decidió quitarse la vida tras dejar un mensaje de despedida en las redes sociales.
A través de sus cuentas de Twitter, Facebook y en su blog James venía contando desde hace unos meses los padecimientos que sufría en la escuela. También protagonizó un video de la serie It Gets Better (“La cosa mejora”), de Youtube que pretende animar a adolescentes gays a superar la fase del instituto explicándoles que una vez acaban el bachillerato, la situación mejora.
Lady Gaga (de quien usó el chico un verso de una canción en su mensaje de despedida en Facebook) manifestó su tristeza y enfado en Twitter y anunció su intención de reunirse con el presidente de los EE. UU. para mejorar la lucha contra el acoso escolar. También Ricky Martin mostró su reacción por medio de las redes sociales: «Cuántas vidas tenemos para perder para finalmente detener el acoso, el odio, la intolerancia, el abuso».
Precisamente fue en las redes sociales donde el adolescente vio su situación empeorar, al ver cómo se añadían insultos y mensajes que le deseaban la muerte, al acoso verbal y físico que ya sufría en el instituto. Según su madre, el adolescente aparentemente había aprendido a soportar estos ciberabusos.”[1] (PantallasAmigas, 2011)

Hasta unos años se pensaba que el aula de clases  y el patio del establecimiento escolar (o en última instancia, la salida del colegio o liceo) eran las barreras en que el Bullying afectaba la vida de los alumnos, pero a decir verdad, esto ya es un pensamiento obsoleto, válido sólo antes del nacimiento del fenómeno informático que hemos llamado Redes Sociales.
A pesar de que el ejemplo citado a sucedido en Estados Unidos, donde los niveles de competencia y discriminación opacan con creces a los nuestros, Chile no es encuentra alejado de esta realidad, es más, nuestro país avanza a grandes sancos hacia este futuro nada prometedor, ya que – citando al gran Nietzsche - :
           
            “[…] Las civilizaciones inferiores empiezan tomando de la civilización superior los vicios, las debilidades y los excesos de ésta última.” (Nietzsche, 2005)

Teniendo un panorama así por delante, no veo muy prometedor mi futuro como docente – debido a mi irrefrenable necesidad de hacer un cambio efectivo en mi sociedad – ni mucho menos el de mi nación, es por esto que deseo plantear en éste texto un esbozo para realizar un cambio en el ambiente de convivencia escolar tanto dentro como fuera del aula.

Desarrollo

2.1 Acerca de una Introducción al plan de acción y reflexiones varias.
Con el nacimiento de nuevas tecnologías de la información y a apertura de internet a los grandes grupos sociales nos encontramos ante un explosivo crecimiento de un mundo digital, donde el intercambio democrático de información no es una promesa al viento, es un hecho efectivo. La multiplicidad de aplicaciones y páginas que encontramos online nos han abierto nuevas fronteras a quienes nos hemos integrado (tardía o tempranamente) a éste nuevo mundo pixelado y ni hablar de los nativos informáticos, los cuales nacieron en los albores de una nueva era de la cibernética[2].
            Sin embargo, y dejando a un lado las miles de ventajas que extrajimos de la internet – hablando en términos de la información a la cual pudimos acceder que facilitaron nuestras vidas en gran parte y, por otro lado, el tema de la entretención que nos permitió contactarnos [literalmente] con gente del otro extremo del mundo a través de foros o juegos en red – era inevitable que surgiera de ésta interacción un lugar donde nos reuniéramos virtualmente para relacionarnos y dar nuestras opinión [lo cual más tarde se convertiría en un hiperventilamiento de nuestra vida privada]: estamos ante las Redes Sociales.          
Pero no supimos anticipar las consecuencias de un consumo desmedido de internet y quienes generalmente consumen de dichas redes se encuentran ante un discernimiento inacabado de sus actos y por lo tanto, del alcance de sus acciones.
No existe una ética en un espacio tan abierto y tan poco protegido. Los límites de acción son sólo la moral, y en un chico de 13 a 19 años este no el “Gran Concepto” como eje de vida, sino más bien los actos son delimitados por el sentido de culpa que pueda sentir versus la popularidad que puede adquirir entre sus pares. Ambos sabemos – tú como mi lector y yo como escritor – que el humano, más temprano que tarde, hace algo estúpido,  ya sea:

A)     Para llamar la atención del sexo opuesto,
B)     Para ganarse el aprecio de sus pares y un lugar en “la tribu”
C)     Y demostrar consecutivamente alterando A y B.

El problema radica cuando ve algo diferente en el otro, algo que para él no es normal, algo desconocido, y se le discrimina por poseer eso, porque el humano es débil y teme todo lo que desconoce y no entiende.
En la escuela este fenómeno se llama Bullying, pero para nuestro pesar, aquel fenómeno ha traspasado la barrera de lo real y ahora – con el internet – navega en un océano digital. Hemos de acuñar una nueva palabra, un nuevo Tag[3] para este acontecimiento: el ciberbullying. 

2.2 De armas para combatir el abuso en redes sociales y La importancia de la convivencia escolar.
Durante el mandato de la presidenta Michelle Bachelet – y este comentario no lo hago para culparla a ella - fuimos testigos de los primeros casos de ciberbullying, donde los alumnos hostigaban a sus compañeros a través del anticuado Fotolog, el cual permitía “postear”[4] de manera anónima, lo que facilitaba mucho agredir a los afectados de manera cobarde al no revelar sus identidades.

Pues bien, la pregunta es la siguiente:

¿Qué puede hacer el profesor para combatir el ciberbullying?

Para contestarla hemos de remitir a otros elementos – limitantes – para luego generar nuestro plan de acción. Primero:

1)      El ciberbullyng se realiza – generalmente – fuera de las dependencias establecimiento, por lo que poco o nada puede hacer el profesor para evitar el abuso. Si bien existen métodos de rastreo, como la identificación de IP[5] para constatar si el mensaje salió de a adentro o fuera del establecimiento. En los establecimientos con Wi-Fi también se puede rastrear los dispositivos portátiles (notebook y netbook) como los celulares de tercera generación (3G) los cuales permiten la conexión a internet.
2)      En relación a lo primero, el profesor no se encuentra capacitado según su formación inicial para realizar este trabajo, y tampoco debería estarlo, ya que está fuera de sus facultades y obligaciones saber cómo rastrear un computador.
3)      Los protocolos de acción entregados por el ministerio de educación son muy burocráticos, delegando al afectado a una persona que no conoce su realidad más allá del informe entregado por el docente y otros.
4)      Por último, para no extender mucho el trabajo, el docente termina sabiendo la magnitud del hecho cuando este ya está consumado y a gran escala. Si bien el bullying parte en su clase, el ciberbullying se manifiesta en el hogar, por lo que es estricta responsabilidad de los padres y de los valores que éstos inculcaron en su retoño el hecho de que estos abusen en las redes sociales.[6]

Desde mi punto de vista, una manera eficaz de solucionar muchos problemas en la educación chilena es reducir la sobrepoblación en las aulas, de ésta manera mejoramos la convivencia escolar (reduciendo el stress de los educandos y del educador), reducimos la falta de atención en clases, el trabajo del docente se hace más personalizado, atendiendo las prioridades de los alumnos de mejor manera. En definitiva, mejora el rendimiento (tanto) del proceso de enseñanza/aprendizaje como de relaciones interpersonales.
Lamentablemente somos entes particulares en un mundo necesariamente sociable, y tal como los puercoespines que al juntarse inevitablemente se hace daño, lo hacemos nosotros ante la incapacidad de ver en el otro un “yo”. ¿Por qué me remito a esto? Porque el aula es un microcosmos, y a prender a respetar a “otro” en el aula es en definitiva crear una mejor sociedad fuera de ésta. Por lo tanto, acá hablaríamos de “educación en convivencia”

La importancia estructural de la “educación en convivencia” en el aula radica en que es en el colegio donde el alumno pasa gran parte del día; por ende el educando le atribuye gran importancia a los sucesos que ocurran en dicho lugar, ya que para bien o mal, la institución educativa es un lugar significativo en el proceso de desarrollo del ser humano.

2.3  De una utopía pedagógica (I have a dream).
            Ahora bien, mi propuesta pedagógica está enfocada en dos puntos:

a)      El mejoramiento de la convivencia escolar
b)      Y, por supuesto, la disminución del ciberbullying

Tanto para desarrollar y resolver a) y b) sería necesario darle otras atribuciones al profesor, las atribuciones de un asistente social. ¿Por qué? Porque para comprender todo el espectro de las problemáticas del grupo curso es necesario un entendimiento completo tanto dentro como fuera del establecimiento de cada alumno. Por ende, es necesario destinar un tiempo adecuando para recolectar información in situ, así pues, la carga de trabajo dentro del establecimiento debe reducirse para atender así mejor las necesidades de un trabajo en terreno. Todo esto en base a un compromiso pedagógico que es inherente de los docentes comprometidos con la docencia, lo que se llama: Vocación. Esto no quiere decir que se haga sólo por amor al arte, sino que también debe haber estímulos para que el docente mejore la tarea educativa.
De acuerdo con esto y retomando antecedentes del punto 2.2, es necesario bajo esta perspectiva, una reducción considerable de la población de alumnos en el aula. Como recomendación, estipulo un número no superior a 20 alumnos. No hacen falta reenumerar los beneficios ya citados.

Para mejorar la convivencia escolar es necesario una “educación en convivencia” real, transversal en todos los ejes, más allá de una educación en valores. Los valores provienen del hogar y de la formación familiar. Por ende, educar en valores supone que todos compartimos los mismos valores y generalmente en estos caso la institución y el profesor obvian el hecho de que el alumnos provienen de familias cristianas. Temas de fe no deben confundirse con la ética y la universalidad de valores. El alumno tiene el derecho de una educación laica[7]; la enseñanza de textos religiosos son provistas por las mismas instituciones religiosas, no hace falta re-enseñar algo que ya se ve en otros lugares especializados. La religión, a lo largo de la historia, no ha hecho más de alejar al hombre de otros hombres. La creencia irracional y fundamentalista de que “mi creencia” – mi dios- es verdadera y la tuya es falsa ha suscitado largas guerras en nombre de dioses y causado penosas muertes. Mientras no exista una “educación religiosa real” – más allá del cristianismo – en Chile, una que considere no sólo la religión imperante de occidente, sino también otras manifestaciones religiosas como el islam, el judaísmo, budismo, por nombrar algunas, y sin olvidar las religiones autóctonas no sólo de la nación, sino que también de Latinoamérica, es mejor que no se enseñe religión.
No olvidar que por la poca tolerancia religiosa Yasmín Elsayed[8] fue víctima del primer caso de discriminación religiosa  - documentado - en Chile.
           
            La educación en convivencia debe ser realizada por el profesor jefe y asistida por el profesor de filosofía en base a una ética laica. Éste último también debe trabajar estos contenidos en su clase. En definitiva, la labor de educación en convivencia debe realizarse a través de grupos de docentes, con asistencias de psicólogos y otros elementos  que apoyen la labor docente, para así garantizar un mejor desempeño de todas las partes del equipo.
            Lo que podemos rescatar de la transversalidad de la educación valórica es su intento de integrar tanto a la familia como a la sociedad en el proceso educativo. Hecho no menor.

            Para combatir el bullying y el ciberbullying es necesario comprender los procesos por los que está pasando el agresor y entender el “por qué” lo hace. Para ello es necesario hallar la fijación del sujeto agresor en el sujeto agredido. La acción de ciberbullying es sólo un antecedente de un bullying en el establecimiento. La acción de bullying es fácil de comprender. Existe un agresor (que a la vez es un líder negativo dentro de un grupo, el cual le sigue como modelo) que mediante un objeto (que se manifiesta de forma violenta, como puede ser de forma física o verbal, atendiendo a cierto/s elemento/s del abusado que le molesten por x razón) abusa a un sujeto (el agredido) a través de un medio, en el caso de internet, las redes sociales.
            Atender tanto al agresor como al agredido es una tarea compleja, más allá de las atribuciones que en éste punto le he dado al docente, ya que por la magnitud de conocimientos específicos del área de la psicologías, el profesor se vería abrumado. Es necesaria la intervención de un psicólogo en estos casos.

2.3.1 acerca de una teoría de control.
            Para ir terminando, la disminución del ciberbullying no tiene nada que ver con el monitoreo incesante de internet. La solución no radica en intervenir la red y censurar lo que está malo en ella, no radica en eliminar los post de los muros de Facebook o Twitter, u otras redes sociales, sino en educar.
            Si el profesor comenzara a censurar todo lo malo en la vida para poder trabajar con los alumnos, estaríamos bajo un gobierno déspota, una dictadura. Los problemas no se solucionan con ocultarlos, sino con enfrentarlos, y la manera de enfrentar el ciberbullying es terminando con los hostigamientos en los establecimientos.
            Es más factible educar que intervenir la red global de información. Si censuramos la web para evitar un daño, sólo nos remitimos a ese mal, pero si educamos a no abusar de lo diferente, de lo humano, podemos cambiar el mundo.

Conclusiones

De “Do it in the Chilean way[9]
            Lamentablemente toda utopía, todo sueño inmenso y maravilloso es acompañado de una gran decepción. He aprendido, por lo tanto, a no soñar mucho para no sentir aquel dolor.
            Un plan tan ambicioso como el mío en un país como chile no podría llevarse a cabo. La gran razón – y tal vez única razón – la explicaré a continuación.
            Después del famoso rescate de los 33 mineros, el eslogan de “hacerlo a la chilena” dejó de ser algo positivo en la sociedad y retomó su normal sentido peyorativo: hacerlo mal, a medias. Por ende, cualquier reforma que se quiera hacer, por más lindo que se vea en el extranjero, en chile no funciona porque se parte desde una postura mediocre. Lo vemos por ejemplo, con la reforma educacional chilena, con el auge, con el transporte, con la explosiva licitación de constructoras en obras públicas, con los trenes españoles de EFE, con el clásico sistema de hacerlo a “lo amigo”, con los “pitutos” de los familiares de los gobernantes.
           
Un plan como el mío podría ser desarrollado en países desarrollado, como en Estados Unidos, donde la alarmante cifra del 88% de los estudiantes ha visto o padecido Bullying.
            Cifras similarmente alarmantes podemos encontrarlas en la región de Tarapacá, Arica y Parinacóta donde a partir de un estudio realizado el presente año arrojó los porcentajes más altos de bullying a nivel nacional con 86%.[10] ¿Y el gobierno qué hace? Sólo dicta charlas acerca del bullying.

Bibliografía

El Llanquihue. (18 de Agosto de 2010). www.diarioellanquihue.cl. Recuperado el 21 de Noviembre de 2011, de http://www.ellanquihue.cl/prontus4_nots/site/artic/20100818/pags/20100818001031.html
La Mirada de Jokin. (29 de Noviembre de 2006). La Mirada de Jokin. Obtenido de http://argijokin.blogcindario.com/2006/11/05426-chile-se-suicida-por-acoso-de-companeras-una-alumna-de-13-anos-de-un-colegio-en-iquique.html
La Tercera . (24 de Abril de 2011). La Tercera . Recuperado el 21 de Noviembre de 2011, de http://www.latercera.com/noticia/educacion/2011/04/657-360679-9-bullying-86-de-los-alumnos-ven-siempre-o-casi-siempre-insultos-burlas-y.shtml
Nietzsche, F. (2005). Ideas Fuertes. Buenos Aires : Longseller.
PantallasAmigas. (23 de Septiembre de 2011). Ciberbullying. Obtenido de http://www.ciberbullying.com/cyberbullying/2011/09/23/un-nuevo-suicidio-adolescente-a-causa-del-ciberacoso-conmociona-los-estados-unidos/


[1] Fuentes: La Razón (Argentina) y N.Y. Daily News. 23 Septiembre 2011
[2] No quise utilizar el término “Informática”, ya que en el internet no sólo se intercambia información.
[3] Ingles. Etiqueta. Utilizado en páginas de internet para nombrar elementos relacionados con temas específicos y facilitar la búsqueda de los mismos.
[4] Escribir en el muro de perfil.
[5] Una dirección IP es una etiqueta numérica que identifica, de manera lógica y jerárquica, a un interfaz (elemento de comunicación/conexión) de un dispositivo (habitualmente una computadora) dentro de una red que utilice el protocolo IP (Internet Protocol)
[6] Pero el ritmo de vida de nuestra sociedad de consumo ha procurado de que ambos padres trabajen para poder mantener un hogar, dejando al cuidado de su hijo a la televisión e internet. ¿Qué se puede esperar?
[7] Tomando como referencia a las instituciones públicas y dejando a un lado las privadas y de ordenes religiosas, tanto católicas como protestantes.
[8] Niña musulmana de de 9 años, alumna del colegio Pequeño Mozart de la comuna de La reina que fue víctima de bullying por parte de sus alumnos, discriminación por parte de profesora y rechazo de la matrícula para el próximo año por parte del establecimiento, todo producto del velo musulmán con el cual la niña asistió al colegio, y el cual por su religión está obligada a usarlo.
[9] Hágalo a la manera chilena. Frase acuñada por el presidente Sebastián Piñera durante su gira por Europa.
[10] Fuente: Diario electrónico (La Tercera , 2011)