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viernes, 30 de julio de 2010

Yo, Juanito

Hola, soy Juanito Pérez y soy músico. En realidad juego a ser músico, toco tres o cuatro notas en la guitarra y me siento realizado, ya que mi mundo se acaba ahí. Pero en realidad podría aprender más notas y por lo tanto sentirme mejor, pero el problema es que en mi liceo no hay educación musical. Entonces está el problema de que la educación que pagan mis padres no me satisface como persona. El liceo está más preocupado en sacar buenos puntajes en la PSU que en educarme, pero en realidad no me quejo, porque son mis padres los que pagan y a ellos culparé cuando me sienta desconforme con la sociedad.

He sido un poco autodidacta en el aspecto musical, y he logrado reunir unos amigos que tocan otros instrumentos para armar una banda, pero creo que en realidad sonaríamos mejor si existiera alguna entidad que nos puliera el semblante musical, alguna entidad gubernamental, porque creo que ese el rol de estado, subvencionar a las personas y nos a los comerciantes… Y a veces pienso, cuando estoy solo en mi casa – ya que mis dos padres trabajan todo el día para poder sustentar el hogar – que por eso hay una gran división entre los que tienen más que yo y los que son como yo: la educación. A mí me preparan para ser obrero, una educación utilitarista, a ellos: para explotarme. Pero luego reacciono y me digo a mi mismo “debe ser la soledad lo que me hace pensar estupideces”

Así con la guitarra…

La otra noche me conseguí una tocata: “Juanito Pérez y los Bailables” decía el cartel. Grande, despampanante era el cartel. Hasta que nos llamaron del pub “El Municipio” para informarnos de que se habían conseguido una banda mejor, que traía más gente y de que aquella gente consumía más, y me puse a analizar los postulados que nos decían: si aquella banda que trae más gente y que vende más es mejor que nosotros, significa que los criterios de calidad se rigen por el mercado y NO por la calidad sonora ni puesta en escena, menos aun por los atributos musicales… pero bueno, la gente de “El Municipio” sabe por qué invita a ello, porque tratan de vender un producto: su pub y el estilo musical, pero en realidad – yo que sabiendo cuatro notas en la guitarra – como joven que soy no me siento identificado con la banda que toca en su local. Tal vez deberían dar espacio a otra bandas, tal vez a un “Juanito Pérez y Los Bailables” les iría bien tocando en su pub, tal vez a otras bandas que no tienen el espacio para tocar en su pub les iría mejor que a nosotros, pero los dueños del pub siempre eligen tres bandas y me han hecho creer que son las mejores bandas de su pub.

Tal vez, como psudomúsico que soy, debería probar otros pub, otros “Municipios” que estén más abiertos a una realidad musical diferente… pero luego me llega aquella moralidad tan “cristiana”, esa moral tan autodestructiva, que me dice que sea conformista, que me quede callado, ya que así me ha educado el estado.

Hoy, yo Juanito Pérez, desperté y me di cuenta de que no tengo el espacio, no tengo voz ni oídos que me escuchen, estoy solo, solo en el bello espejismo de mi casa. Estoy solo con mi guitarra, sólo ungiéndome en las letras musicales tan tristes, tan típicas de mi Coronel querido… tal vez alguien me lea y entienda que en aquel pub yo – un joven - no tiene la representatividad que necesito. De que no hay una cultura musical en aquel pub, y de la gente que asiste a él, debe exigir más bandas de las que los dueños muestran (y de la cual nos hacen creer que son las únicas)… tal vez estoy en un error, pero fui educado para callarme.